Participación Ciudadana
Aquí encontraran una explicación general de lo que es la participación ciudadana, la cual, se relaciona principalmente con las democracias participativa y la directa. Está basada en varios mecanismos para que la población tenga acceso a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte del gobierno o de un partido político .
Y si bien esta investigación esta referida a la Participación Ciudadana es importante aclarar que esta encaminada principalmente a uno de sus principios básicos como lo es:
el voto.
Y si bien esta investigación esta referida a la Participación Ciudadana es importante aclarar que esta encaminada principalmente a uno de sus principios básicos como lo es:
el voto.
Recordemos que democracia significa "gobierno del pueblo", y democracia también nos remite a una acción y obrar democráticos. Bajo este concepto, democracia y participación son términos sinónimos y complementarios: "no hay un camino hacia la democracia, la democracia es el camino. Participación es actuación participativa y participación cívica es la manera de obrar en que consiste la democracia, considerada como forma de actuar y no como estructura.
... la democracia es un obrar que tiene su fin y su valor en sí misma..." (José Luis Ramírez González, 1992).
La participación ciudadana, como veremos, se puede dar de diferentes formas y a diferentes niveles, que son más o menos medibles y por tanto comparables. La participación ciudadana es, por tanto, un buen indicador cuantitativo y cualitativo de la "temperatura democrática" de una sociedad concreta (ya sea una comunidad local, regional, una nación, etc.).
El objetivo, por tanto, que persigue la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos es darle contenido y ampliar la democracia, caminando por un sendero democrático, avanzando en lo que se conoce como democracia participativa. En contraste, cuando en un país sólo existen las libertades básicas (voto cada cuatro años, libertad de expresión,...) hablamos de democracia formal, democracia que puede acabar "vacía de contenido". En las sociedades complejas la participación persigue hacer que los habitantes de un lugar sean más sujetos sociales, con más capacidad para transformar el medio en que viven y de control sobre sus órganos políticos, económicos y administrativos (superando ser meros objetos sociales).
Desde las instancias del poder se presta atención a cómo evoluciona el nivel de participación ciudadana sólo en algunos aspectos, como, por ejemplo, en las consultas electorales (porcentaje de abstención), pero no se presta ningún interés a otros indicadores de la participación. Algunos de los indicadores cuantitativos y cualitativos de la temperatura democrática que deberíamos conocer son:
- Mayor o menor descentralización político-administrativa. Órganos de control sobre los poderes políticos y administrativos. Separación de poderes.- Elecciones: nivel de abstención. Diversidad de los partidos representados en las cámaras y su relación con votos emitidos. Proporcionalidad votos/diputado.
- Libertad de prensa: nivel de monopolios y oligopolios de los medios de comunicación.
- Democracia directa: Referéndums (requisitos, número anual, ámbitos,...). Iniciativas legislativas de los ciudadanos. Movilizaciones.
- Indices en relación con el asociacionismo (según sexo, edad, clases sociales, territorios):
1. - Tasa de Afiliación o Asociatividad: porcentaje de la población que está afiliada a asociaciones (en España en torno al 35%, la media europea se acerca al 50%). Porcentajes y formas de voluntariado, afiliados/activos, participación en las entidades (asistencia a reuniones, frecuencia, formas de participación interna...).
2. - Tasa de multiafiliación: número medio de asociaciones en que está cada persona afiliada (en la actualidad es alrededor de 1,5 asociaciones por asociado).
3. - Diversidad y pluralidad. Número de asociaciones por mil habitantes.
4. - Tipologías. Actividades y tipos de asociaciones predominantes, porcentajes, tendencias,...
Conocer estos indicadores nos permitirá hacer un seguimiento adecuado y comparativo de los niveles y formas de la participación. También tomar el pulso a nuestra democracia.
Los niveles de la participación
Es habitual, desde los estamentos del poder, confundir participación con información. Sin embargo, la información es sólo el primer nivel, o requisito previo, por el que se abren vías para la participación. Así podemos distinguir los siguientes niveles:
1. Información. Tener información suficiente sobre cualquier actuación pública es imprescindible para que pueda existir la participación de los vecinos y afectados por dichas actuaciones. Información implica también Formación: la información que no es comprendida no sirve, por lo tanto a veces es necesaria una labor previa de formación. Por ejemplo, para iniciar un proceso de participación ciudadana en urbanismo es necesario informar no sólo de lo que el ayuntamiento quiere realizar sino, previamente, de las diferentes posibilidades existentes con arreglo a las normativas legales, las repercusiones económicas y sociales de los procesos urbanísticos, etc.
2. Consulta y Debate. Significa que los afectados den su opinión, realicen sugerencias y alternativas, y se abra una fase de diálogo entre administración-representantes del poder elegido y los ciudadanos, que posibilitará llegar a conseguir acuerdos por consenso.
Mediante una adecuada información-formación y la consulta también posibilitaremos la existencia de un control real y público (control social) sobre las actividades del Estado y del Mercado.
3. Gestión compartida o trabajo en común (Cogestión). Toma de decisiones conjunta y ejecución compartida por los miembros de una colectividad. Es el nivel de la participación que tiende hacia formas de cogestión y autogestión ciudadanas, al darse una participación directa en el gobierno, en el poder ejecutivo concreto.
... la democracia es un obrar que tiene su fin y su valor en sí misma..." (José Luis Ramírez González, 1992).
La participación ciudadana, como veremos, se puede dar de diferentes formas y a diferentes niveles, que son más o menos medibles y por tanto comparables. La participación ciudadana es, por tanto, un buen indicador cuantitativo y cualitativo de la "temperatura democrática" de una sociedad concreta (ya sea una comunidad local, regional, una nación, etc.).
El objetivo, por tanto, que persigue la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos es darle contenido y ampliar la democracia, caminando por un sendero democrático, avanzando en lo que se conoce como democracia participativa. En contraste, cuando en un país sólo existen las libertades básicas (voto cada cuatro años, libertad de expresión,...) hablamos de democracia formal, democracia que puede acabar "vacía de contenido". En las sociedades complejas la participación persigue hacer que los habitantes de un lugar sean más sujetos sociales, con más capacidad para transformar el medio en que viven y de control sobre sus órganos políticos, económicos y administrativos (superando ser meros objetos sociales).
Desde las instancias del poder se presta atención a cómo evoluciona el nivel de participación ciudadana sólo en algunos aspectos, como, por ejemplo, en las consultas electorales (porcentaje de abstención), pero no se presta ningún interés a otros indicadores de la participación. Algunos de los indicadores cuantitativos y cualitativos de la temperatura democrática que deberíamos conocer son:
- Mayor o menor descentralización político-administrativa. Órganos de control sobre los poderes políticos y administrativos. Separación de poderes.- Elecciones: nivel de abstención. Diversidad de los partidos representados en las cámaras y su relación con votos emitidos. Proporcionalidad votos/diputado.
- Libertad de prensa: nivel de monopolios y oligopolios de los medios de comunicación.
- Democracia directa: Referéndums (requisitos, número anual, ámbitos,...). Iniciativas legislativas de los ciudadanos. Movilizaciones.
- Indices en relación con el asociacionismo (según sexo, edad, clases sociales, territorios):
1. - Tasa de Afiliación o Asociatividad: porcentaje de la población que está afiliada a asociaciones (en España en torno al 35%, la media europea se acerca al 50%). Porcentajes y formas de voluntariado, afiliados/activos, participación en las entidades (asistencia a reuniones, frecuencia, formas de participación interna...).
2. - Tasa de multiafiliación: número medio de asociaciones en que está cada persona afiliada (en la actualidad es alrededor de 1,5 asociaciones por asociado).
3. - Diversidad y pluralidad. Número de asociaciones por mil habitantes.
4. - Tipologías. Actividades y tipos de asociaciones predominantes, porcentajes, tendencias,...
Conocer estos indicadores nos permitirá hacer un seguimiento adecuado y comparativo de los niveles y formas de la participación. También tomar el pulso a nuestra democracia.
Los niveles de la participación
Es habitual, desde los estamentos del poder, confundir participación con información. Sin embargo, la información es sólo el primer nivel, o requisito previo, por el que se abren vías para la participación. Así podemos distinguir los siguientes niveles:
1. Información. Tener información suficiente sobre cualquier actuación pública es imprescindible para que pueda existir la participación de los vecinos y afectados por dichas actuaciones. Información implica también Formación: la información que no es comprendida no sirve, por lo tanto a veces es necesaria una labor previa de formación. Por ejemplo, para iniciar un proceso de participación ciudadana en urbanismo es necesario informar no sólo de lo que el ayuntamiento quiere realizar sino, previamente, de las diferentes posibilidades existentes con arreglo a las normativas legales, las repercusiones económicas y sociales de los procesos urbanísticos, etc.
2. Consulta y Debate. Significa que los afectados den su opinión, realicen sugerencias y alternativas, y se abra una fase de diálogo entre administración-representantes del poder elegido y los ciudadanos, que posibilitará llegar a conseguir acuerdos por consenso.
Mediante una adecuada información-formación y la consulta también posibilitaremos la existencia de un control real y público (control social) sobre las actividades del Estado y del Mercado.
3. Gestión compartida o trabajo en común (Cogestión). Toma de decisiones conjunta y ejecución compartida por los miembros de una colectividad. Es el nivel de la participación que tiende hacia formas de cogestión y autogestión ciudadanas, al darse una participación directa en el gobierno, en el poder ejecutivo concreto.